18 de Julio de 2017
El programa tiene entre sus objetivos principales prevenir el consumo de drogas y promover hábitos saludables en la población infantil y juvenil, y reactivar su proceso de socialización mediante el acompañamiento personal y la mediación social del educador.
Asimismo, entre sus finalidades está convertir el ocio y el tiempo libre en un instrumento para el enriquecimiento y el desarrollo personal saludable.
En 2017 participaron 1676 personas y se trabajó a lo largo de todo el año con 208 familias.
La función principal del educador, cuyo ámbito de actuación fundamental es la calle, es ser un mediador entre la comunidad y la persona para lo que desarrolla su trabajo desde una perspectiva individual-familiar así como grupal y comunitaria mediante actividades formativas y/o educativas y laborales-ocupacionales.
El programa, que se abordará esta semana en la Comisión de Bienestar Social, se desarrolla en las zonas de acción social de San Bernardo, Garrido Norte y Sur, Centro, Pizarrales, Rollo, Zurguén-San José y Buenos Aires.