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Menores infractores: La lección de las horas sociales

MENORES INFRACTORES | LA SEGUNDA OPORTUNIDAD

6 de Febrero de 2012

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MENORES INFRACTORES | LA SEGUNDA OPORTUNIDAD
La lección de las horas sociales
El 20% de las condenas del Juzgado de Menores de León se pagan con prestaciones a la comunidad . Dos menores fueron condenados el año pasado a internamiento por sendas agresiones sexuales.

Ana Gaitero | León 06/02/2012

Uno de cada cinco adolescentes entre 14 y 18 años que son condenados por el Juzgado de Menores de León paga con la medida de prestaciones a la comunidad. Las «horas sociales» son una lección inolvidable. Su objetivo es que sirvan para reparar el delito: lavar pintadas cuando la condena es por deslucimiento, recoger el botellón si tiene que ver con el consumo de alcohol, acompañar a ancianos si es por maltrato familiar o ayudar en asociaciones de transeúntes en los casos de peleas y agresiones.

«Es una forma de hacerles ver lo que les puede pasar si no cambian», apunta Josefina Herrero, coordinadora del Hogar San Vicente de Paúl de León y del centro Calor y Café, donde se acoge a transeúntes. La Asociación San Vicente de Paúl colabora desde hace más de un lustro con este programa reeducativo. «Hacen acompañamiento de transeúntes y tareas dentro de la casa. Al final quedan muy contentos. Muchas veces te das cuenta de que lo que les ha fallado son las amistades o el ambiente familiar», añade.

En la Asociación Caracol, de Ponferrada, también han tenido experiencias positivas con los menores que han cumplido condenas en este colectivo que se dedica a la lucha contra el sida, la sensibilización social y la atención a personas con VIH. Pero también las hay negativas. Y han tenido que dar parte al Consejo Comarcal del Bierzo, que tiene transferidas las competencias sobre menores. «Uno de los que pasó por aquí ahora está en Mansilla; pero la mayoría se portaron bien y marchan contentos», aclara Isabel Rodríguez.

En el Hogar del Transeúnte San Genadio de Ponferrada también tienen experiencia con menores, aunque la mayor parte de las personas que pagan su condena con servicios a la comunidad son adultos derivados por el Centro de Intervención Social (CIS) de la cárcel leonesa. «Menores nos viene uno cada mucho tiempo: ayudan en la limpieza o a servir las mesas», explica Fernando Frá, voluntario y administrador de este centro social.

Durante el 2011 un total de siete chicos realizaron prestaciones a la comunidad en este albergue de transeúntes, que también tiene comedor social. Dos llegaron a través de la Fiscalía de Menores, tres fueron derivados por el Consejo Comarcal y otros dos realizaron horas extrajudiciales, pactadas tras asumir una responsabilidad pero sin llegar a juicio.

Se trata de que las medidas reeducativas de menores infractores guarden relación con el hecho que cometieron. En el Hogar San Genadio un joven que había pegado a un guardia municipal cuando le pidió el carné estuvo recogiendo y supervisando la documentación de todas las personas que entraban al centro durante sus horas sociales.

El año pasado se ejecutaron en León 60 medidas de prestaciones a la comunidad sobre un total de 278 condenas cumplidas en medio abierto, un 2% menos que en el 2010. León fue durante el 2011 la quinta provincia de la Comunidad en número de nuevos casos de jóvenes que tienen que cumplir medidas en medio abierto por haber cometido infracciones penales. Por delante se después de Valladolid, Burgos, Salamanca y Ávila y la tercera por número de internamientos en el centro Zambrana después de Valladolid y Salamanca.

El descenso en el número de medidas por condenas de menores todavía no ha sido evaluado por la Gerencia de Servicios Sociales de la Junta. «Pensamos que puede deberse a que hay menos población joven y también al retorno de inmigrantes, pero esto no es nada concluyente; habría que analizarlo más en profundidad», matiza Carmen Naveira, jefa de la Unidad de Intervención Educativa de la Junta.

Guarderias, bibliotecas, residencias de mayores, servicios de limpieza, deportes, medio ambiente y ludotecas son algunos de los destinos a los que recurre la Junta en los ayuntamientos de la provincia para hacer que se cumplan las sentencias del Juzgado de Menores. «Tratamos que estas condenas se cumplan lo más cerca posible de su lugar de residencia, por lo que pedimos la colaboración de todos los ayuntamientos», añade.

La Gerencia de Servicios Sociales tiene convenios con Cruz Roja, los ayuntamientos de León, Ponferrada, San Andrés, Villaquilambre, La Bañeza, La Robla y Garrafe de Torío, la Diputación de León, el Centro de Referencia Estatal para atención a personas con discapacidad de San Andrés, el Hogar del Transeúnte de Ponferrada San Genadio, la Asociación Caracol, la Asociación San Vicente de Paúl, la Asociación de Minusválidos del Bierzo y el Centro de Atención a Drogodependientes del Bierzo. Las prestaciones a la comunidad también se cumplen en servicios de la Junta como las escuelas infantiles y las residencias de mayores y el hospital psiquiátrico Santa Isabel.

Las medidas se aplican siempre previa autorización del Juzgado de Menores. Dentro de las condenas que se cumplen en «medio abierto» la más numerosa es la libertad vigilada. Las medidas en medio abierto supusieron el año pasado el 87% de las condenas que ejecutaron la Gerencia de Servicios Sociales de la Junta y el Consejo Comarcal del Bierzo por mandato del Juzgado de Menores de León.

Más internamientos. La privación de libertad, con el internamiento en el centro Zambrana de Valladolid, supuso el año pasado el 13% de las condenas totales, frente al 11% de las medidas ejecutadas en el 2010. El número de internamientos, 45, fue el mismo pero el año anterior se ejecutaron un 89% de medidas que no implicaron la privación de libertad.

Dos menores fueron condenados el año pasado a privación de libertad por agresión sexual. Este delito es uno de los que supone automáticamente el internamiento en un centro como el Zambrana, el único de sus características que hay disponible en la Comunidad.

Entre las medidas en medio abierto la más frecuente es la libertad vigilada con un 41% del total de las ejecutadas el año pasado en León. «Cuando se impone esta medida se trata de compensar todos los factores que han podido incidir en que el menor delinca: si es tiene un problema con las drogas va a Proyecto Hombre o al programa Indicale del Plan Municipal sobre Drogas; cuando precisa orientación laboral le derivamos a la Fundación Diagrama, donde le enseñan a hacer curriculum y a buscar trabajo; y si tiene que ver con salud mental a una terapia... En el juzgado, que cuenta con un equipo técnico, ven lo que es más conveniente en cada caso», explica Naveira.

Arresto de fin de semana. El castigo de fin de semana en domicilio también es supervisado por una entidad privada, Asecal. El año pasado un total de 27 menores cumplieron esta medida en León que empieza el viernes por la tarde y finaliza la noche del domingo. El menor o la menor tienen que cumplir un programa que le pautan los técnicos: tareas educativas, visionado de determinadas películas y últimamente es muy frecuente la de colaboración en las tareas domésticas.

Las medidas que implican tareas socioeducativas —39 el año pasado— se imponen ante infracciones como conducir sin carné, una situación que se da con bastante frecuencia. «En estos casos es frecuente que se les prescriba un curso de educación vial para que tomen conciencia de los riesgos de esa conducta conociendo las normas; si ha sido por insultos o amenazas, lo normal es que haga un taller de habilidades sociales», aclara.

Fuente: Diario de León

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